Producción y calidad.

El ciclo vegetativo del 2019 vino precedido por las lluvias del mes de abril, sin embargo, desde mediados de primavera hasta finales de verano, el año se caracterizó por las escasas lluvias y temperaturas por encima de lo esperado. El inicio de la vendimia comenzó tras unos días de lluvia, lo que ayudó a equilibrar la composición de la uva y dio como resultado un año de calidad extraordinaria y sanidad óptima.

Excelencia como seña de identidad.

Está elaborado con uvas de la variedad 100% Tempranillo, o también denominado Tinto Fino, procedente del Pago de Sanchomartín, un suelo totalmente calizo. Su fermentación alcohólica y maceración se realiza en depósitos de acero inoxidable de pequeño tamaño a una temperatura controlada. Posteriormente, tras su fermentación maloláctica en barrica de roble francés, realiza una crianza en barrica nueva de roble francés.

Vino redondo y poderoso.

Rojo cereza picota muy cubierto, en nariz es sumamente elegante y complejo, lleno de matices propios de la combinación de una parcela de excelente equilibrio con una de las climatologías más singulares de los últimos 10 años. En la copa evoluciona hacia notas frutadas de gran calidad y finura donde destacan los varietales propios de los grandes tempranillos. En la boca es equilibrado, de gran personalidad y paso amable, con un postgusto largo y persistente.